¿Te has parado a pensar cuántas veces a lo largo del día nuestros pensamientos se van al ayer, al mañana, a juzgarnos… dejando de estar presentes en el aquí y ahora? Te explico a continuación la técnica para estar presente en el aquí y ahora.

La realidad es que dedicamos mucho tiempo, demasiado, a estos pensamientos que, en general, no son beneficiosos para nosotros.

¿Para qué sirve la técnica del aquí y ahora?

  • Esta técnica aumenta tu concentración.
  • Disminuye tu diálogo interno, reduciendo el estrés, la preocupación excesiva, etc.
  • Esta herramienta potencia un estado interno positivo, te mantiene en contacto con la realidad externa, captando lo que ocurre.

¿Cómo se realiza la técnica para estar presente en el aquí y ahora?

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La técnica se basa en observar el entorno y manifestar en voz alta lo que veo, lo que escucho y lo que noto/siento (a nivel de la piel).

Se trata de una técnica muy sencilla que puedes realizarla en cualquier momento del día, estando en casa, en el transporte público, mientras das un paseo… incluso hay personas que la realizan mientras van conduciendo.

Para ponerla en práctica debes observar el entorno y decir en voz alta:

 

5 informaciones visuales + 5 informaciones auditivas + 5 informaciones sensitivas.

4 informaciones visuales + 4 informaciones auditivas + 4 informaciones sensitivas.

3 informaciones visuales + 3 informaciones auditivas + 3 informaciones sensitivas.

2 informaciones visuales + 2 informaciones auditivas + 2 informaciones sensitivas.

1 información visual + 1 información auditiva + 1 información sensitiva.

Es imprescindible que el ejercicio lo hagas en voz alta, consiguiendo con esto que tu mente no esté pensando en nada más y no te distraigas con el diálogo interno. No se trata de estar en modo búsqueda, puedes repetir perfectamente, manifestando simplemente en voz alta lo que ves, lo que escuchas y lo que sientes/notas.

 Es bueno repetir el ejercicio un mínimo de dos veces al día sin tener un límite máximo de repeticiones. ¿Cuándo hacerla? Cuando puedas introducirla en tu rutina diaria.

Esta técnica es un entrenamiento para tu cerebro, para que esté más presente y, por eso, debes ponerla en práctica todos los días. Es un trabajo de fondo, de hacer y hacer a diario.

Cuanto más lo haces, comprobarás cómo mejora tu diálogo interno, consiguiendo que estés más presente, lo que te permitirá: cuando estés descansando, descansar; cuando estés disfrutando, disfrutar; cuando estés leyendo, disfrutar de lo que lees y no tener que volver a páginas anteriores porque te habías despistado…

Bienvenido a poder estar presente en cada momento de tu vida y a hacer desaparecer todos esos pensamientos que no te beneficiaban para nada.

Esther-Clavijo-tecnica-para-estar-presente-en-el-aqui-y-ahora

Veamos ahora un ejemplo de cómo poner en práctica esta técnica. Imaginemos que estamos sentados en el sofá de casa y prestando atención a ese momento en concreto, en voz alta diríamos:

  1. Veo una mesa, veo unas sillas, veo el televisor, veo una lámpara, veo un cuadro. Escucho cerrarse la puerta de los vecinos, escucho a los pájaros de la calle, escucho el ruido al subirse una persiana, escucho el silencio y escucho el silencio. Noto mis manos sobre mis rodillas, noto el reloj apretando mi muñeca, noto la manta sobre mis piernas, noto las gafas sobre mi nariz y noto el reloj apretando mi muñeca.
  1. Veo el televisor, veo una planta, veo el sofá y veo una mesa. Escucho a los pájaros en la calle, escucho de fondo a los vecinos, escucho a los pájaros en la calle y escucho a los pájaros en la calle. Noto las gafas sobre mi nariz, noto la manta sobre mis piernas, noto el reloj sobre mi muñeca y noto las gafas sobre mi nariz.
  1. Veo una planta, veo unas sillas y veo el sofá. Escucho a los pájaros en la calle, escucho de fondo a los vecinos y escucho de fondo a los vecinos. Noto la manta sobre mis piernas, noto el reloj sobre mi muñeca y noto las gafas sobre mi nariz.
  1. Veo el televisor y veo el sofá. Escucho el silencio y escucho el silencio. Noto el reloj sobre mi muñeca y noto la manta sobre mis piernas.
  1. Finalmente, veo el televisor, escucho el silencio y noto las gafas sobre mi nariz.

Con la repetición haces que disminuya el diálogo interno en tu cerebro. Si no oyes nada porque te encuentras en un lugar silencioso, no te preocupes, no intentes encontrar algo de ruido, simplemente puedes decir: escucho el silencio. Sin más. Y estará bien porque lo importante es evitar pensar en exceso porque atraería un diálogo interno que queremos evitar.

 

¿Te animas a ponerla en práctica?